Una particularidad notable del Instituto Voluntas Dei consiste en la diversidad de estado de vida de sus miembros. Se encuentra allí Sacerdotes, laicos solteros y parejas casadas. Esta diversidad de los miembros del Instituto exige, a nivel de funcionamiento y de las relaciones, mucho tacto y respeto de parte de unos y otros.
La tendencia será siempre fuerte en cada uno a querer tomar las exigencias particulares de su estado de vida como norma par todos los demás. Resulta de ello para todos la necesidad de esforzarse por créer cada vez más en la acción multiforme del Espíritu Santo en nuestras vidas y en la posibilidad para todos de vivir la consagración secular bajo la acción de este mismo Espíritu.
Ser un laico consagrado secularmente, implica compartir con todos los demás ciudadanos las responsabilidades civiles, especialmente las laborales siendo "fermento en la masa" procurando la santificación personal y la santificacion de las demás personas y espacios que habitamos cotidianamente.
Ser un laico consagrado secularmente, implica ante todo, una responsabilidad particular: la conciencia de quien se sabe entregado totalmente a hacer la Voluntad de Dios en cualquier circunsatancia de la vida.